Uno...no existe
Dos es mejor
pero es lo mismo.
Diez, es un punto.
Cien, una promesa.
Mil, una estela impalpable.
¿Cuántos granos de harina necesitamos
para empezar a amasar el Pan?
¿Cuántas palabras para amasar un libro?
¿Cuántos libros para amasar nuestra literatura?
¿Cuánto Arte y cuánto Pan para amasar el Alma de nuestro pueblo?
He soñado a escultores y panaderos
amasando juntos un alimento único.
Mezcla de Arte tan cotidiano como el Pan
y de un Pan Social que nos eleve tanto como el Arte.
He soñado la harina mezclándose con las letras,
uniéndose con la notas tibias de una guitarra,
amasandose
y amasándonos,
acompazada en un gran movimiento envolvente,
como un nuevo vientre de muchos.
He soñado que los hombres eran de tierra,
la tierra era de pan
y el pan, el pan por fin, era de todos los hombres.
Martín Echeverría
viernes, 27 de febrero de 2009
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